Gasóleo de calefacción (gasóleo de calefacción extraligero, fuelóleo pesado, biocombustible de calefacción)

El gasóleo de calefacción es básicamente un combustible derivado del petróleo que se utiliza en hornos, sistemas de calefacción central y hornos industriales. Existen principalmente dos tipos diferentes de gasóleo de calefacción: gasóleo de calefacción extraligero, que es un destilado medio, y fuelóleo pesado, que es un tipo de fuelóleo. En el sector del combustible extraligero, también se utiliza un gasóleo de calefacción con una proporción definida de contenido biogénico: el biogasóleo de calefacción (gasóleo de calefacción extraligero "A Bio").

El gasóleo de calefacción ligero se consume principalmente en los hogares y el comercio, aunque también en la industria. Una pequeña parte se utiliza para la generación de electricidad, calefacción urbana y gas. El fuelóleo pesado* se utiliza principalmente en la industria química, pero también, por ejemplo, en la industria del hierro, el acero y la electricidad, aunque a menor escala.

El gasóleo de calefacción estándar es extraligero y en Alemania está definido en la norma DIN 51603-1. A diferencia del fuelóleo pesado, el gasóleo de calefacción extraligero puede utilizarse en hornillos sin precalentar. El fuelóleo pesado, definido en Alemania en la norma DIN 51603-3, tiene que precalentarse para su transporte y combustión.

Gasóleo de calefacción extraligero

El gasóleo de calefacción extraligero, de acuerdo con la norma DIN 51603-1, está compuesto por distintos hidrocarburos que se obtienen de la destilación del crudo. La fracción con un punto de ebullición entre 200°C y 400°C se denomina gasóleo. El gasóleo de calefacción extraligero es un gasóleo refinado. Las mezclas permiten conseguir un gasóleo con los parámetros necesarios para los diferentes estándares de combustible.

Un litro de gasóleo de calefacción contiene unos 11 kilovatios hora de energía. El gasóleo de calefacción extraligero estándar tiene un contenido en azufre de entre 50 y 1.000 miligramos por kilogramo. Desde 2011, el gasóleo de calefacción bajo en azufre es el gasóleo de calefacción más común, con una cuota de mercado superior al 99%. El contenido en azufre máximo para el gasóleo de calefacción extraligero bajo en azufre es de 50 miligramos por kilogramo.

No existe ninguna norma paneuropea para los combustibles fósiles líquidos utilizados en el mercado de la calefacción, sino que las especificaciones de calidad se definen a escala nacional. En Austria, por ejemplo, la norma es la ÖNORM C 1109. El contenido máximo en azufre está limitado a un 0,10% (m/m) a escala europea, según lo establecido en la Directiva 1999/32/CE.

En Alemania, por ejemplo, el gasóleo de calefacción bajo en azufre disfruta de beneficios fiscales, en comparación con el gasóleo de calefacción extraligero estándar; el tipo impositivo para el consumo de energía en Alemania es 1,5 céntimos por litro más bajo que para el gasóleo de calefacción convencional, es decir, 6,135 céntimos por litro en lugar de 7,635 céntimos. Existen sistemas de gasóleo de calefacción que pueden funcionar únicamente con gasóleo de calefacción bajo en azufre, como por ejemplo las calderas de condensación por combustible sin sistema de neutralización. La tubería de llenado debería tener una cobertura verde de seguridad.

Además, el combustible de calefacción está sujeto a un tipo impositivo diferente del tipo aplicado al combustible para vehículos. El gasóleo de calefacción y el diésel son bastante similares en muchos aspectos. Puesto que en Alemania el gasóleo de calefacción está sujeto a un tipo impositivo inferior al del diésel, su utilización como combustible para vehículos para evadir impuestos es una práctica ilegal. Para evitar la confusión, el gasóleo de calefacción (y el gasóleo de calefacción bajo en azufre) se marca con colorante para gasóleo de calefacción (HKZ, también denominado Euromarker), que está compuesto por un colorante rojo y una sustancia marcadora denominada Amarillo Solvente 124. El color rojo sirve para distinguir visualmente el gasóleo de calefacción del diésel. El uso de colorante Amarillo Solvente 124 permite detectar químicamente una mezcla de gasóleo de calefacción y diésel, ya que el colorante amarillo en el gasóleo de calefacción se vuelve rojo en fase acuosa ácida. Esta característica resulta de gran ayuda para las pruebas rápidas que llevan a cabo los agentes de aduanas, por ejemplo, en las áreas de servicio de las autopistas. La Sección 4 del reglamento alemán EnergieStV obliga al responsable de la operación de etiquetado a identificar de forma precisa el gasóleo de calefacción y a supervisarlo con regularidad. De hecho, todos los Estados miembros de la UE están obligados a añadir un marcador químico al gasóleo de calefacción.

También pueden utilizarse paquetes de aditivos especiales para eliminar características específicas del gasóleo de calefacción. Estos paquetes incluyen optimizadores de flujo (p. ej., en "combustibles de invierno") que garantizan mejores características de flujo a temperaturas bajo cero, impidiendo la formación de cristales de parafina. Los antioxidantes, por ejemplo, también ralentizan el deterioro del gasóleo de calefacción causado por el oxígeno atmosférico y los agentes enmascaradores de olor proporcionan un olor más agradable durante el llenado de gasolina. Todas estas también son características de los gasóleos de calefacción "premium". Entre otros productos disponibles en el mercado, están los optimizadores de combustión orgánicos, que impiden la formación de ceniza.

Biogasóleo de calefacción (gasóleo de calefacción extraligero "A Bio")

Desde hace varios años, también está disponible en el mercado el biogasóleo de calefacción, según la norma DIN SPEC 51603-6. Es un gasóleo de calefacción extraligero bajo en azufre al que se ha añadido contenido biogénico, por ejemplo el metil éster de cánola/metil éster de colza (CME/RME), obtenido a partir de la colza. El contenido biogénico mínimo es del 3% (v/v). El número indicado en el nombre del producto hace referencia a la cantidad de contenido biogénico. Así, el nombre formal de una mezcla de, por ejemplo, un 3% (v/v) a un 5,9% (v/v) de contenido biogénico es gasóleo de calefacción extraligero "A Bio 5", aunque también se utilizan los nombres Bio 5 o B5. El uso de biogasóleo de calefacción, según la norma DIN SPEC 51603-6, solo está permitido en sistemas de combustible que hayan sido aprobados para funcionar con biocombustible por el fabricante. La mayorías de calderas de combustible están aprobadas para funcionar con gasóleos de calefacción con un contenido biogénico de hasta un 10%. Sin embargo, con proporciones de más de un 5% (v/v), puede ser necesaria la transformación del sistema de calefacción.

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*Para más información sobre los productos de aceite de calefacción viscoso, consulte el glosario "Fuelóleo pesado".

Última actualización: Diciembre 2015
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